Correos electrónicos obscenos, excesos de alcohol y bailes provocativos: Una trilogía de casos de acoso sexual a través de la libertad personal, el respeto y la decencia

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"Correos electrónicos obscenos, exceso de alcohol y bailes provocativos" presenta tres casos relacionados con acosos sexuales que tuvieron lugar en una consultoría muy importante, una empresa de distribución y un banco privado, respectivamente. En el primer caso, un grupo de consultores prepararon un correo electrónico con el nombre, la foto y el departamento al que pertenecían, aproximadamente, trece compañeras, y se pedía al resto que "evaluasen" el atractivo de cada foto para crear una clasificación con "las diez mejores". Sin embargo, el correo se difundió fuera de la empresa y llegó a miles de personas. La consultora estaba en el punto de mira y declaró que comenzaría una investigación formal. En el segundo caso, Michelle, una directiva sénior de una empresa de distribución francesa de 43 años de edad, invita a Jonathan, un hombre de 38 años muy atractivo y ayudante del director financiero, a tomar una copa. Es una invitación informal, dado que nunca se había fijado en él hasta esa noche. Después de tomar varias copas, Michelle le invita a su apartamento. Al día siguiente, Jonathan se queja de la situación al director de Recursos Humanos. "Señor Fay, por favor, no me malinterprete. No puedo decir que haya hecho nada en contra de mi voluntad, pero, de alguna manera, sé que me sentí en la obligación subyacente, simplemente porque estaba con una persona muy importante de nuestra empresa. Es difícil decir que no, incluso a una persona encantadora como la señorita Maigny, cuando estás diez niveles por debajo de ella en la empresa. Creo que a los empleados como yo se nos debería proteger de este tipo de situaciones. No pido nada para mí, sino que cambie las políticas de nuestra empresa". En el tercer caso, Deborah, una gerente del Departamento de Fusiones y Adquisiciones de un banco privado muy importante, se ha puesto en contacto con la directora de Asuntos Jurídicos de la empresa para quejarse de algunas de las costumbres de su equipo. Dicho equipo consta de diecinueve hombres y dos mujeres, y las celebraciones por los proyectos saldados con éxito se organizan en "clubes para hombres". Deborah tiene problemas importantes con esta tradición, ya que se siente excluida, y también porque el comportamiento de sus compañeros cambia después de esas noches: "Puedo percibir que existe una distancia malsana entre ellos y Emma y yo".

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